8 de des. 2015

Sus bibliotecas




Las bibliotecas privadas de Chinguetti, nada tienen que ver con las nuestras: diáfanas y ordenadas.  Las calles, que conducen a sus bibliotecas són laberínticas, las puertas parecen abrir la cueva de Alibaba… Luego aparecen largos pasillos y extraños habitáculos oscuros que conducen a un gran patio interior.  En el, la arena del desierto es el suelo y en uno de sus extremos hay una puerta corroida por el sol, el viento y los insectos. Esta endeble puerta abre el acceso a miles de manuscritos que dejan claro que por alli pasó algo que ahora es difícil de imaginar.








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